6 Aromas relajantes para calmar el hambre, pruébalo con el aroma de las plantas. Enciende un vela con aroma de bergamota o de jazmín… ¿El resultado?: relájate y engañar al cerebro con olores que te ayudan a controlar tu apetito.
Bergamota para la ansiedad
suele aparecer a los dos o tres días de haberse iniciado una dieta, aunque hay mujeres que también la padecen en momentos puntuales, incluso sin hacer régimen, como durante los días previos a la regla o en épocas de mucho trabajo. Se traduce en una forma de comer nerviosa y compulsiva.
Se recomienda realizar fricciones suaves con un guante de espuma por todo el cuerpo con aceite esencial de bergamota. Pero lo primero es diluir unas diez gotas de dicho aceite en agua, para evitar posibles irritaciones de la piel.
Salvia para necesidad de dulce
se conoce también con el nombre de “hierba de Júpiter” y es, además, diurética (ayuda a eliminar líquidos) y digestiva. Para calmar tu ansia de dulce, añade unas cuantas gotas de aceite esencial de salvia al agua del baño. La sensación incontrolada de necesitar comer dulce se intensifica los días previos a la regla y durante la duración de la misma. Algunas mujeres la sienten a media tarde y, especialmente, por la noche.
Hay un aroma relajante para cada problema.
Jazmín para el hambre nerviosa
como todas las flores blancas, posee un efecto beneficioso sobre el estrés, calma, relaja y distiende. Se recomienda usar el jazmín como aroma, aplicándolo con un masaje en las sienes y en la parte interior de las muñecas. En numerosas ocasiones, no tenemos realmente apetito, pero los nervios nos juegan una mala pasada y nos empujan a comer para superar situaciones adversas: discusiones con la pareja, conflictos laborales, problemas familiares... Es un hambre nerviosa que conviene controlar para que no se traduzca en kilos de más.
Naranja dulce y verbena para hambrientas impenitentes
que se sienten capaces (y de hecho, lo hacen), de comer a cualquier hora del día o de la noche. Son esas mujeres que parecen no saciarse nunca, ni siquiera después de haber realizado una comida copiosa. Realmente, todo un problema. Rocía tu casa y tu oficina con un pulverizador en el que hayas mezclado unas gotas de esencia de naranja dulce con otras cuantas gotas de verbena. Usa este ambientador casero a diario, su aroma moderará tu apetito.
Aroma de lavanda para el hambre nocturna
puedes controlarlo dándote, antes de acostarte, un baño en el que habrás disuelto unas gotas de aceite esencial de lavanda. Seguro que los tentadores cantos de sirena de la nevera no te apartarán de los brazos de Morfeo. Para las que no pueden evitar asaltar la nevera de madrugada, incluso aunque hayan cenado correctamente éste aroma les calma.
Otro problema diferente son las que asaltan la nevera a medianoche porque se acostaron sin cenar. Saltarse una comida para adelgazar nunca es la solución a un problema de peso, todo lo contrario.
Tila y melisa para escapar del picoteo picoteo
ambas plantas poseen propiedades calmantes y tranquilizantes. Prepara una infusión con un cuarto de litro de agua y una cucharada de tila y otra de melisa. El aroma que despide te ayudará a calmar el hambre tanto como la propia infusión. Quien esté libre de pecado, que tire la primera patata frita… o el primer bombón. Por cierto, ¿por qué no cambias esa patata por una tisana? Aunque en principio el plan no te parezca sugerente, comprobarás que funciona y las tisanas, con una cucharadita de miel o un poco de edulcorante natural tipo stevia, son deliciosas.
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