La Vera, la garganta de Valfrío y el gran Capricornio
Una tarde en la Vera, en la Garganta de Valfrío, mientras leía tumbada debajo de un Roble, vino a verme mi amigo El Gran Capricornio de las encinas. Habíamos ido como muchas tardes de ese mes de mayo. Allí no hay ríos, son gargantas. ¡Qué nombre más bonito! Si vais a conocer la Vera, debéis conocer la garganta de Valfrío.
La Vera tiene la Garganta de Valfrío. Está entre dos pueblos, Cuacos de Yuste y Jarandilla de la Vera. Para llegar tienes que meterte campo a través. Vas por una pista que te va llevando al interior de un bosque de Robles, fresnos, alisos y chopos, que te recuerdan a Lothorien, el bosque de los Elfos en el Señor de los Anillos. En primavera salen las nuevas hojas junto a las que por el micro clima, no han caído aún, desde el otoño. Al caer,se juntan con las nuevas y forman colores ocres y plateados. (Los árboles de Mallorn de hojas doradas y troncos plateados eran los árboles más altos y más hermosos de la Tierra Media. Se mantenían gracias a las bendiciones del anillo de Galadriel, que tenía el poder de «presevar incólumes» las cosas hermosas) El deshielo del inicio de la primavera trae gran cantidad de agua desde la Sierra de Tormantos, en la Vera.
La Vera, la garganta de Valfrío y El gran Capricornio de las encinas
Esa tarde apareció sin avisar. De pronto mientras estaba tumbada leyendo, llegó el gran Capricorno. Sabía que había por la zona y en esa época del año muchas serpientes y víboras. Pero no tenía ni idea de su presencia.
Noté algo que subía por mi pierna muy lentamente. Iba subiendo poco a poco. De pronto lo vi. He de reconocer que aunque llevaba viviendo en la Vera, cinco años, seguía siendo de ciudad. Mi grito fue tremendo. Enseguida estaban allí mirando a ver que me pasaba. Por suerte estábamos solos,. Pancho, mi perro, mi precioso y querido caniche mediano, se puso a jugar con el..
Fue una experiencia «religiosa». No sé si lo has visto de cerca alguna vez. No se si has podido tocarlo. Cuidasdeti, te asegura qué si te ocurre ¡ jamas lo olvidas! Es enorme. Sus antenas son larguísimas. Y ¡es puro corazón!.El solo pasaba por allí.
Tiene mucho detractores que ven el peligro de sus larvas que se comen la madera de las encinas y los robles. Le dejamos tranquilo después del susto. Es hoy, después de casi veinte años y, no le puedo olvidar. Vino a mi. El Gran Capricornio de las encinas («Cerambyx«) vino a cuidar de mi en la garganta de Valfrío, alla en la Vera.
Yo tenía una tienda en Cuacos.… en la Vera. Se llamaba «La Villa de Cuacos» y su logotipo era una Abubilla. Todo fue mucho antes de conocerte, pero te aseguro, que se habría llamado «Cerambyx»
Entre muchas cosas que ver en La Vera está el Instituto Histórico Hoffmeyer (la Casa de Armas, de Jaraíz de la Vera), la Fuente de los chorros, las ollas de lavar, …
Pero entre tantas maravillas, sus Gargantas y su Ornitología, con los Milanos Reales a la cabeza, y los buitres de Monfrague y las estrellas.